"Corazón Animal", Reportaje del concierto en el Estadio Atenas, La Plata, Revista Pelo 1990



Viernes, 22.15. Las luces se apagaron, miles de bocas gritaban al unísono el viejo himno de Woodstock y el calor agobiante -que amenazaba con una desintegración en cadena- solo podía paliarse con Soda. Y no fue de otra manera. Bajo un torrente de jubilo e histerismo, aparecieron los hombres de la ''Gira Animal” y “en el Séptimo Día” fue el preludio de una noche de excepción. Estos tres muchachos, que despertaron en el ochenta y tantos cantando mensajes ambiguos, con atuendos extraños y una figura plástica, ya no piden vitaminas. Sobre el escenario del estadio Atenas, La Plata tocaron músicos aguerridos, jugados en cada interpretación y responsables absolutos de un espectáculo sin pausas. 

La ambiciosa gira nacional, con su despliegue de producción e infraestructura sin precedentes, detuvo sus jaulas en La Plata y la ciudad fue una furia. Las canciones que forman parte del último trabajo el trío (“Canción Animal”) asaltaron los primeros tramos del show frente a una recepción inmejorable. "Hombre al agua”, “Canción Animal” y 'Sueles dejarme solo” (densa melodía que sacralizó el ambiente) fueron acompañadas por la voz del público, que conocía cada surco de la nueva producción y no ahorró garganta en demostrarlo. “La Plata está contigo” -dedicaba la tribuna- y Soda respondió con el mayor éxito de su moderna manifestación de psicodélia: “de música ligera”. Muy lejos del pop, arriesgando pellejo con los dominios del rock eléctrico y tras la búsqueda de las sorpresas y lo imprevisible. 

Un nuevo desafío; tan difícil como la gira y tanto como la primera vez que -con raros peinados nuevos- le cantaron a la TV. Y esta historia apareció en la restante hora y media de concierto, en la que desenvolvieron éxitos de “Ruido Blanco”, "Signos" y algunas reposiciones aggiornadas de placas anteriores. 



La iluminación deslumbró, fue parte de la atracción y la fiesta, pero no mas que 'Lo que sangra (La Cúpula). 'En la ciudad de la furia’ y 'Corazón delator’. Los hombres de seguridad tiraban alivios de frescura, comprimida en botellas de agua mineral y el público no dejaba de bailar. En medio de una danza de seguidores, que sondeaban la locura, “Pic-Nic en cl 4to B” la llevó al extremo y 'En el borde’ sorprendió con Zeta 'MC’ Bosio rapeando hasta la vuelta de Gustavo Cerati, con su segundo vestuario. Su camisa anterior quedo de souvenir para los que estaban más cerca del escenario, reacios a devolver a Gustavo y su guitarra, luego de que cometiera el error de tirarse sobre ellos.

Después de volver a sentir el temblor y corear 'Un millón de años luz’. 'Cae el sol’ y 'Té para tres’, los platenses bailaron 'Persiana americana’ (y aún no la querían cerrar). Con una introducción que valió el floreo de toda la banda (enriquecida como nunca por las teclas y algunas guitarras de Tweety González y por la percusión profunda y cadenciosa más excelentes coros de Andrea Álvarez cerraron con el tema que los vio nacer, “Sobredosis de TV". Dos horas habían pasado de un espectáculo arrollador, colmado de profesionalismo y eficazmente articulado para que la corriente adrenalínica fuera 'in crescendo’. En los bises, con una estupenda percusión, 'Un misil en mi placard’, se hizo reggae animal y “De música ligera" consolido su gloria. Final y “ya nada mas queda” en La Plata. Cerca, a sesenta kilómetros del Obelisco, pasó la “Gira Animal”. Seguirá sacudiendo a nuestro territorio por muchas noches más.